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Tu cabello habla: Señales silenciosas de tu salud que no debes ignorar

¿Sabías que tu cabello también puede decir todo lo que pasa en tu cuerpo sin que tu lo sepas?

Así que cuando tu cabello luce opaco, quebradizo, sin vida o su caída es excesiva lo primero que deberíamos considerar es que nos quiere decir nuestro cuerpo.

El cabello como tejido vivo depende del equilibrio  de nuestro sistema biológico, es por eso que en ocasiones sentimos que ningún tratamiento o shampoo nos ayuda a recuperar nuestra salud capilar por eso es importante tener un enfoque completo de lo que pasa de adentro hacía afuera.

En este blog vamos a ahondar más en el tema para identificar cómo marcar la diferencia entre un cabello debilitado y uno realmente sano.

1. Cómo afecta la alimentación al cabello:

El cabello está compuesto principalmente por queratina, una proteína cuya producción depende de aminoácidos esenciales, vitaminas y minerales. Una dieta deficiente puede detener su crecimiento o volverlo más débil y quebradizo.

¿Qué debemos añadir a nuestra dieta?

- Proteínas: Son la base estructural de la fibra capilar.

- Hierro: Su deficiencia causa anemia, lo que reduce el oxígeno que llega al folículo piloso,debilitándolo.

- Zinc y selenio: Intervienen en la reparación celular y en la función inmunológica del cuero cabelludo.

- Vitamina D: Regula el ciclo capilar; su déficit se relaciona con alopecia.

- Biotina (vitamina B7): Su ausencia provoca debilitamiento y caída del cabello.

- Ácidos grasos esenciales (Omega 3): Nutren el cuero cabelludo, aportan brillo y reducen la inflamación.

Una alimentación desequilibrada puede alterar el ciclo capilar (anágeno, catágeno y telógeno), acortando la fase de crecimiento y acelerando la caída.

2. Medicamentos: ¿Aliados o enemigos?

Algunos fármacos interfieren con procesos clave del organismo, lo que puede afectar directa o indirectamente la salud capilar. Los mecanismos incluyen alteración hormonal, toxicidad celular, reducción del riego sanguíneo o inhibición de la división celular.

No siempre el efecto es inmediato. Puede aparecer semanas o meses después del inicio del tratamiento, y en muchos casos es reversible por eso es importante aclarar todas tus dudas con tu médico y prevenir el daño.

3. Enfermedades crónicas: Cuando el cuerpo lucha, el cabello también sufre

El cabello depende de un sistema vascular e inmunológico sano, así como de un balance hormonal preciso. Las enfermedades crónicas rompen ese equilibrio.

Algunas enfermedades como el Lupus, La diabetes, el síndrome de hashimoto, los trastornos tiroideos e incluso el cáncer son enfermedades que pueden afectar directamente tu salud capilar por eso es importante que busques alternativas que te ayuden a reducir el problema

4. Estrés: El detonante invisible

El estrés emocional y físico afecta profundamente el equilibrio hormonal y nervioso del cuerpo.

Cuando es muy crónico eleva el cortisol, que reduce el flujo sanguíneo a los folículos,

- Aumenta la inflamación sistémica, perjudicando la regeneración celular del folículo.

- Puede desencadenar enfermedades autoinmunes como la alopecia areata.

- Las emociones negativas prolongadas alteran neurotransmisores como serotonina y dopamina, lo que impacta directamente en la salud del cuero cabelludo.

El cabello es uno de los tejidos que más rápido reacciona ante el estrés interno. Por eso, muchas personas notan una gran caída de cabello semanas después de una crisis emocional, una cirugía o un duelo.

Conclusión: 

El cabello no es un simple accesorio estético: es un indicador biológico del equilibrio o desequilibrio interno. Cuando el cuerpo sufre, el cabello lo refleja. Y cuando algo en nuestra alimentación, estado emocional o salud médica no está bien, el cabello suele ser uno de los primeros en manifestarlo.

Por eso, para recuperar la salud capilar, además de buscar productos que nos ayuden a hidratar y nutrir nuestro cabello. Es necesario mirar adentro, entender lo que el cuerpo necesita, y darle lo que le falta: nutrientes, descanso, equilibrio hormonal y emocional. Solo así podemos lograr un cabello verdaderamente fuerte, sano y duradero.

 

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